El estrés, la contaminación, los estados de ánimo y la mala alimentación entre otras cosas son factores que pueden hacer que tu pelo pierda fuerza y brillo y comience a caerse.
Lava tu cabello con un champú indicado que aporte volumen y fuerza. Utiliza mascarilla, pero sólo una vez a la semana, ya que si no engrasarás demasiado tu cabello. Procura no aplicar exceso de producto, intenta incidir en las puntas.
Lávalo con agua tibia, nunca utilices agua muy caliente porque dilatarás las escamas de tu cabello y tu cuero cabelludo se mostrará más sensible. Como truco final, aplica un chorro de agua fría sobre el cabello húmedo, ésto aportará brillo.
Seca bien el pelo con una toalla hasta que no quede agua, mantén tu cabeza boca abajo mientras lo secas. Aplica un bálsamo hidratante y desenredarte con el cabello húmedo. Procura no utilizar productos muy aceitosos ya que éstos tienden a alisar el cabello.
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